1 NEFI 2:6 | "ASENTÓ SU TIENDA EN UN VALLE A LA ORILLA DE UN RÍO DE AGUA"

  "Y aconteció que después de haber viajado por tres días por el desierto, asentó su tienda en un valle a la orilla de un río de agua"

Una vez adentrados en Arabia, la familia debió seguir caminando hasta por lo menos sentirse seguros de sus potenciales sicarios. A ese ritmo estuvieron viajando "por tres días por el desierto", período de tiempo en el que se trasladaron desde Jerusalén hasta, como mínimo, las primeras costas del mar Rojo. En este punto se puede discrepar porque existen dos posibles lugares a los que Nefi pudo haberse referido a dicho mar. Primero: el golfo de Aqaba (alrededor de 300 kilometros), que para muchos es considerado una extensión del mismo mar, y segundo: el mar Rojo propiamente dicho (alrededor de 500 kilometros). Dichas distancias, especialmente la segunda, pueden parecer dificiles de creer según la lógica humana, aún cuando la familia haya utilizado animales como los camellos; sin embargo, no hay que olvidarnos que la Obra de Dios es una Obra de milagros. 

Imagen extraída de internet.

En la Biblia existen numerosos relatos en donde el Señor ha obrado de maneras en las la mente es incapaz de comprender con exactitud hasta hoy: el diluvio, la caída de las murallas de Jericó, la estancia de Jonás en el vientre de un gran pez, etc. Si el gran Jehová fue capaz de hacer tan maravillosos milagros, ¿por que no podría hacer algo tan sencillo como permitir que una familia recorriera una gran distancia en un tiempo tan corto?

Aún con la ayuda de los Cielos, este debió haber sido un viaje intensivo y agotador, por lo que detenerse para establecer un campamente habrá sido una gran alivio para toda la familia. En este caso "asent[aron su[s] tienda[s] en un valle situado a la orilla de un río de agua". Por definición los valles son terrenos de nivel más bajo que sus alrededores y generalmente rodeados de colinas y/o montañas, por lo que se trataba de un lugar escondido. Además estaban cerca a un rió que pudo haber traído tres grandes beneficios: primero: proveer de (en caso de haber sido grande) alimento como pescado y agua dulce; segundo: fertilizar el suelo lo suficiente como para albergar vegetación y, en el mejor de los casos, proveer de un terreno apto para cultivar plantas; y tercero: ser una fuente inagotable de agua ideal para hacer realizar diferentes actividades como lavado, limpieza, aseo, etc. 

Imagen extraída de internet.

En adición, Nefi hace un comentario particular: "un río de agua". Para nosotros esta expresión suena demasiado rebundante, pero no para la gente de esa época. Decir algo así era tipico en la literatura hebrea y bíblica. En su mayoría era usada para la poesía, pero también para enfatizar la importancia de alguien o algo, en este caso Nefi hizo este comentaio rebundante para resaltar el gran significativo que tuvo para ellos encontrar un río en medio del desierto. Podemos afirmar casi con seguridad que se trataba del lugar perfecto para esconderse sin llegar al punto de vivir encerrados en una siniestra cueva. Encontrar algo así en medio del desierto definitivamente se trato de otro milagro.

Por otra parte, hay muchos que afirman que no existen ríos que desembocan en el mar Rojo, pero y usan esto como argumento para intentar refutar la veracidad del Libro de Mormón; sin embargo, aunque realmente nunca hayan existido ríos así en Arabia, ¿no se trataría de un milagro más por parte del Señor cuando Nefi escribió y afirmó que él y su familia encontraron y hasta vivieron cerca de uno? Además, en zonas deserticas como esta es común la presencia de wadis, que son terrenos mayormente secos pero que en ciertas temporadas llega a fluir agua. Es posible que Nefi desconocía el nombre exacto de muchas de las cosas y fenómenos que vió durante su estancia en el desierto, tal vez en realidad el vió un wadi pero en su ignorancia pudo escribir que se trataba de un río más.