"Y sucedió que el Señor le mandó a mi padre, en un sueño, que partiese para el desierto con su familia"
La advertencia de un potencial asesinato debió anonadar a Lehi, como padre y esposo debió pensar en que sería de su familia si algo le llegara a pasar, pero el Señor no lo dejaría con el corazón turbado. Así como le había informado del problema también le informaria de una solución, porque como acabab de escribir Nefi; "las tiernas misericordias del Señor sobre todos aquellos que, a causa de su fe, él ha escogido, para hacerlos poderosos, sí hasta tener el poder de librarse" (1 Nefi 1:20).
Ya sea en este mismo sueño o en otro, el Señor le indicó a Lehi "que partiese para el desierto con su familia". Esta orden también debió dejarlo perplejo por un tiempo, pero se trataba de un sacrificio en bien de algo mayor. Como padre y esposo, Lehi debería estar dispuesto a lo que sea con tal de preservar a su familia. Respecto al lugar de escape se puede inferir que el Señor se refería el desierto de Neguev, cuyos lindes quedaban cerca y al sur de Jerusalén.
Era caracteristico de dicho desierto no ser tan poblado por no ser tierras ricas en casi ningún recurso; sin embargo, esa escasa presencia humana convertia a este territorio en el lugar perfecto para alguien que estaba escapando por su vida. Si los judíos intentaron darle caza a Lehi después de escapar de seguro intentarian buscarlo camino a Egipto o a Babilonia donde había prosperidad y economía. De todas formas sería un viaje duro y sujeto a muchas penurias, pero se trataba de una orden del Señor, y el Señor nunca da ordenes sin pensar en el beneficio de sus hijos.