1 NEFI 1:14 | "CUÁN GRANDES Y MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS"

"Y acaeció que cuando mi padre hubo leído y visto muchas cosas grandes y maravillosas, prorrumpió en exclamaciones al Señor, tales como: ¡Cuán grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios Todopoderoso! ¡Tu trono se eleva en las alturas de los cielos, y tu poder, y tu bondad y misericordia se extienden sobre todos los habitantes de la tierra; y porque eres misericordioso, no dejarás perecer a los que acudan a ti."

Además de la destrucción que le sobrevendría al reino de Judá, Lehi todavía alcanzó a observar muchas más cosas de las que Nefi resume en una sencilla frase: "hubo léido y visto muchas cosas grandes y maravillosas". Una vez terminada su gran visión, Lehi quedó tan exaltado por la experiencia que "prorrumpió en exclamaciones al Señor". Seguido Nefi procede a escribir una alabanza hecha por su padre: "¡Cuán grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Todopoderoso! ¡Tu trono se eleva en las alturas de los cielos, y tu poder, y tu bondad y misericodrdia se extienden sobre todos los habitantes de la tierra; y porque eres misericordiodo, no dejarás perecer a los que acudan a ti!". Estas palabras, al igual que algunas del versículo anterior, no fueron resumidas o parafraseadas por Nefi, sino que seguramente se extrajeron del libro de Lehi y se citaron con exactitud.

Analizando esto puede parecer muy extraño como es que Lehi termina exclamando sobre verdades divinas como la bondad y la misericordia de Dios justamente después de haber presenciado, entre muchas cosas, la terrible y sanguinaria destrucción de su pueblo. Puede provocar mucha duda como es que un Dios amoroso puede permitir que cosas tan malas suceden, pero el Evangelio nos enseña que aún en los peores capítulos el amor de nuestro Padre Celestial puede estar presente. 

Imagen extraída de internet.

En el caso de los judíos, estos eran un pueblo totalmente apartado de la senda de los convenios, y en consecuencia en cualquier momento estarían listos para ser castigados. Ante esta situación el Señor buscó librarlos de esta grave sentencia enviandoles profetas que les exhortaran al arrepentimiento y de esa forma evitar un futuro no deseado, pero lamentablemente los judíos no quisieron escuchar. Una y otra vez optaron por no abandonar sus pecados, hasta que por desgracia resultó ser ya demasiado tarde. 

Los inicuos habitantes del reino de Judá darían a luz generaciones a las que se les enseñaria a hacer lo malo. Muchos de los hijos e hijas de Dios que aún no habían nacido estarían condenados a vivir en una sociedad perversa y tendrian vidas que terminarian sin estar listos para volver a su Dios. La Obra de Dios, procurar la inmortalidad y la vida eterna de Sus hijos, no podía frustarse, la Obra de Dios tenía que avanzar y para que eso sucediera los judíos tenían que ser castigados. Y así sucedió. Tal y como dijo Lehi: "la bondad y misericordia [de DIos] se extienden sobre todos los habitantes de la tierra", aún en los momentos más dificiles y oscuros.  

Imagen extraída de internet.

En adición, otra cosa interesante que exclama Lehi son sus últimas palabras en este versículo: "no dejaras percer a los que acudan a ti". Algo que más adelante se cumpliría a cabalidad, ya que Lehi y su familia se salvaron del asedio de Jerusalén, sobrevivieron 8 años en un crudo desierto, soportaron un viaje por barco a lo largo de dos océanos y llegaron a una tierra desconocida en la desarrollaron una civilización que en su momento prosperó muchísimo. Así como pasó con esta familia, el Señor siempre cuida y nunca deja perecer a los que acuden a él, y aunque así pase la muerte, por muy dolorosa que sea, no maldice nuestra vida, antes nos ayuda a avanzar y estar cada más cerca de morar con nuestro Padre Celestial.