"Y sucedió que mientras leía, fue lleno del Espíritu del Señor."
Nos sabemos con exactitud que libro estaba leyendo Lehi, pero de todas formas sigue siendo Escritura Sagrada, y como tal, siempre estara presente el mandamiento de leerlas, estudiarlas y meditarlas en nuestro corazón. Este caso no fue la excepción, Lehi recibió un libro directamente de la Biblioteca de los Cielos y juntamente se le había dado la orden de leerlo. Como buen siervo, Lehi obedece "y sucedió que mientras leía" obtuvo una de las muchas bendiciones que el Señor promete a sus fieles seguidores: "fue lleno del Espíritu del Señor".
Imagen extraída de internet.
Tampoco sabemos con exactitud el estado emocional de Lehi en ese momento, tal vez estaba nervioso, preocupado y/o ansioso. No obstante, sin importar que haya sentido fue bendecido con la compañía del Espiritu. Todas los potenciales males simplemente dejaron de inquietar a Lehi, ahora los sentimientos que dominaban dentro de él eran la paz, bonanza y tranquilidad. Y todo esto por el simple hecho de ponerse a leer. Es incrible como una actividad tan sencilla y comoda de hacer logra desencadenar maravillas en nuestra vida.