1 NEFI 1:8 | "VIO ABRIRSE LOS CIELOS"

"Y dominado de esa manera por el Espíritu, fue arrebatado en una visión, en la que vió abrirse los cielos, y creyó ver a Dios sentado en su trono, rodeado de innumerables concursos de ángeles, en actitud de estar cantando y alabando a su Dios."

Estando todavía pensando en lo que había sucedido, intentando posiblemente liberar un poco su mente de todo lo habia visto y oido, Nefi aclara que su padre "fue arrebatado en una visión". Debido a la carencia de detalles, no sabemos con exactitud si Lehi contempló esto aún estando sobre su lecho, similar a las visitas del angel Moroni a José Smith, o si fue, por así decirlo, llevado a otro lugar (que parece ser lo más probable) desde donde vió lo subsiguiente. De todas formas, nada esto desbarata por ningun lado lo sagrado de la experiencia que el reciente profeta estaba teniendo, siendo su segundo gran visión en el mismo día. 

Imagen extraída de internet.

Por mucho tiempo Lehi había escuchado, leído y aprendido mucho acerca del Evangelio: la morada de los Cielos, el gran trono desde donde el gran Dios gobierna, ministración de ángeles, coros celestiales, etc. Hasta hace poco toda esta sublime utopia consistía en un esperanzadora promesa para aquellos valientes y pacientes en la fe del Señor; sin embargo, para Lehi esto ya había dejado de ser fe propiamente dicha, ahora se trataba de un conocimiento perfecto.

Dentro de la misma visión Lehi "creyó ver a Dios sentado en su trono". La palabra "creyó" tal vez indique que Lehi no logró ver perfectamente el semblante de Aquel que estaba sentado en su trono, pero el contexto de la situación era más que suficiente que identificar de quien se trataba. Colateralmente tambien presenció "innumerables concursos de ángeles, en actitud de estar cantando y alabando a su Dios". Hay que recordar que el termino "ángeles" tambien puede referirse a los espíritus que todavía no habian sido probados en la esta Tierra, por lo que es posible que muchos de nosotros hayamos sido participes de esos coros celestiales que cantaban y alababan en honra hacía Aquel a quien le debían todo. Probablemente no existian palabras en el idioma de Lehi para describir toda la magnificiencia que estaba viendo, razon por la que Nefi escribió este importante relato en sencillos terminos.