"Y ocurrió que mientras estaba orando al Señor, apareció ante él, sobre una roca, un pilar de fuego; y fue mucho lo que vio y oyó; y se estemeció y tembló extremadamente por las cosas que vio y oyó."
Al parecer Lehi se había detenido en pleno camino para poder orar al Señor, camino que posiblemente se encontraba fuera de la ciudad y sin nadie a la vista en esos instantes. Seguramente se encontraba absorto en sus pensamientos sobre las cosas que sucederian por la iniquidad de su pueblo y como eso afectaría su futuro y el de su familia, algo que facilmente podía preocupar en sobremanera a un padre y cabeza de familia. Estaba claro que se venían tiempos dificiles, razón que ayudan a entender el fervor con el que Lehi oraba.
Estando en espíritu de oración, Lehi recibe una inesperada visita: el Señor al que le estaba hablando se estaba apareciendo ante él para conversar directamente con él. De todos los lugares que se pudo haber elegido para tan importante experiencia, el gran y Jehová decide presentarse "sobre una roca", decorado por "un pilar de fuego". De todo lo maravilloso que pudo haber sido esto, solo tenemos el detalle de que "fue mucho lo que vio y oyó". Debido a que estaba orando por su pueblo, posiblemente a Lehi se le enseló cosas acerca de los judíos que le inquietaban y se le mostró cosas que le pasaron y/o que le pasarían a los judíos.
Como bien se sabe, la historia del país de Judá después del reinado de Sedequías esta llena de turbios momentos, razón por la que Lehi se "estremeció y tembló grandemente por las cosas que vio y oyó". Con esto el reciente profeta pudo aclarar y hasta calmar muchas de sus dudas, pero sus preocupaciones aún no habían cesado. Se suele pensar que toda experiencia de esta magnitud termina dejandonos alivio y paz, pero este no parece ser el caso. No sabemos exactamente la manera de proceder del Señor, pero es posible que Él haya hecho esto así para preparar a Lehi para la Obra en la que lo encomendaría.
Literlamente el Señor le había enseñado a Lehi que Jerusalén ya no era un buen lugar para estar. Sería imposible sobrevivir fisica y espiritualmente si continuaban viviendo en la capital judía. Paulatinamente se estaba generando un sentimiento de rechazo en el corazón de Lehi hacia su patria, por lo que cuando el Señor le pidió que abandonara la ciudad, este debió verlo como una oportunidad para librarse de todo el peligro que amenazaba a su familia.